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domingo, 3 de mayo de 2009

La dehesa extremeña se llena de caballos


El caballo español llega al corazón». El axioma es de Carmen Pinilla, una ganadera extremeña que conoce a la perfección los secretos de la raza equina.
Pero además de conquistar el corazón de Carmen, el caballo ha conquistado el corazón de la dehesa extremeña. Ha dejado de ser «el capricho de unos cuantos» para convertirse en una importante actividad económica.
En la actualidad más de 39.000 equinos se crían en Extremadura. En 2003 apenas se contaba 24.000. El incremento del 40% en el censo refleja el empuje de una ganadería que ha contado con viento a favor en los últimos años. La pujanza económica y el aumento de la renta disponible ayudó a que los aficionados pudieran comprar caballos y empezaron a proliferar las ganaderías.
Un estudio elaborado por la Asociación de Criadores de Caballo de Pura Raza Española concluye que el aumento en la renta per cápita va pareja con el aumento de cabezas.
En estos momentos, hay 35 equinos por cada mil habitantes, un registro que sólo supera Cantabria. Hay una raza que ha ganado relevancia: el pura raza española.
Las 170 ganaderías de Extremadura de esta raza crían en libertad más de 7.000 ejemplares. A principio de los 90 apenas había una veintena de ganaderías, lo que explica, según Carmen Pinilla, presidenta de la asociación de criadores, que no se puede entender la cría de caballo como algo elitista. «Se ha convertido en un recurso, un valor añadido de nuestras dehesas que genera empleo y fija población en el medio rural». Su argumento se basa en los puestos de trabajo que genera la actividad. Desde veterinarios hasta herradores pasando por mayorales y proveedores de pienso.
Pinilla también destaca las posibilidades turísticas del sector. «El caballo se está convirtiendo en un embajador y muchos propietarios extranjeros que compran un ejemplar vienen a Extremadura a conocer el lugar donde se crió su animal».
Pero el salto de la ganadería también tiene que ver con el éxito de los ejemplares criados en Extremadura en los mercados internacionales. Las ganaderías extremeñas cierran transacciones en Europa, América y hasta Nueva Zelanda. Parte de este éxito se debe a las bondades de la dehesa.
La cría en libertad favorece ejemplares más nobles y equilibrados en carácter y morfológicamente más completos, según la experiencia de los ganaderos.
Joaquín Conesa es uno de los firmes defensores de la dehesa. Lleva criando caballos desde los años 80 y fue uno de los fundadores de la asociación de criadores en el año 87. Sus ejemplares de Nobleza del Guadiana salen de Don Benito y han conseguido varios premios internacionales.
Cree que gracias a la dehesa los caballos consiguen tallas muy respetables. «En otros sitios que no pueden estar en libertad salen más recortados». Gracias a estas bondades, Extremadura se ha convertido en una referencia dentro del mercado internacional del caballo. «Antes los inversores extranjeros se iban a comprar a otros sitios, ahora ya saben que aquí se hace un trabajo de calidad y tienen Extremadura como región preferente para ver animales». Por eso Conesa se acuerda del esfuerzo de todos los ganaderos de la región que han levantado una ganadería que no recibe ningún tipo de subvención.
Crisis
Pero el viento ya no sopla a favor. Los ganaderos reconocen que la alegría de las ventas se ha congelado y en muchos casos han tenido que bajar los precios para dar salida a los caballos. La crisis también afecta al equino.
El ganadero trujillano Juan José Vega cree que el parón actual de la demanda también se explica porque en mucho casos las ganaderías están en manos de constructores que tenían en los caballos su segunda actividad o era una simple afición. Y en época de crisis las aficiones es lo primero en lo que se recorta. «Hemos pasado de una época en la que todo se vendía, a otra en que ya no es tan fácil».
A esto añade que el caballo no se ha consolidado como una actividad única. «Hay muchas ganaderías, pero en realidad son muy pocos los que se dedican en exclusiva a esto».
Para capear el temporal apuesta por aumentar los mercados del caballo español. En esto también coincide Joaquín Conesa. Una oportunidad puede ser China y los países del Este. «Como en todos los sectores, este país también es una oportunidad. Imagínate que por cada diez chinos se vende un caballo. Todo cambiaría».
El mercado internacional sigue siendo la principal apuesta de los ganaderos, ya que habitualmente los mejores ejemplares se venden en el exterior y en España se quedan los más económicos.
Un paso obligado para agrandar las fronteras pasa por las ferias y certámenes internacionales. La presencia en estas reuniones supone un escaparate para las ganaderías, y los premios internacionales representan el mejor pasaporte para cerrar una venta. «Hay que estar y enseñar el producto.
Además, cuando acudimos a Estados Unidos o Italia se valora el trabajo que hacemos aquí». Desde la asociación de criadores destacan el esfuerzo que hacen los ganaderos por acudir a las ferias y el apoyo de la administración para que puedan promocionarse en estas plataformas.
Otra esperanza del sector pasa por crear más centros hípicos y picaderos que faciliten la práctica de deportes ecuestres. Sería la segunda fase: una vez que se ha extendido el caballo entre la población, el siguiente paso es crear se creen recintos deportivos. En la asociación de criadores creen que Extremadura todavía necesita más instalaciones de estas características, dado el número de aficionados.
En España hay un gran número de clubes hípicos. Sin embargo, la presencia del caballo español en estos lugares es muy pequeña. Tan sólo es un 5 % del total, según el ganadero José Vega. En su opinión, el excedente de caballos debe ir a este tipo de instalaciones, así como a escuelas hípicas. Se refiere a excedentes como ejemplares que no son los más importantes de cada ganadería. «Existen muchos caballos de calidad media que pueden sustituir a animales cruzados o importados».
El peso que tiene el censo equino en Extremadura ha hecho que la administración regional diseñara hace tres años el Plan del Fomento del Sector Equino. Hasta ahora se ha dedicado más de un millón de euros en ayudas dirigidas a las explotaciones, según informa la Junta de Extremadura. La mayor parte de estas ayudas se destinan a la producción y cría de caballos, así como a las agrupaciones de productores y a las empresas de ocio.

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