La tradicional Carrera de Cintas a Caballo, cuyos primeros orígenes documentales se remontan al siglo XIV, fue ayer en Segorbe la principal actividad del programa de actos organizados en honor a San Antón por la cofradía homónima al nombre del Santo.
La Carrera de Cintas, celebrada en el paseo Monseñor Romualdo Amigó, es una vistosa y simple competición que sólo se celebra en la ciudad dos veces al año, durante las fiestas patronales y en las fiestas de San Antón.
La vistosidad y colorido de la arriesgada competición, en la que ayer participaron 13 caballistas, atrae cada año a mayor número de público hasta el paseo Monseñor Romualdo Amigó, en el que habitualmente se celebra el acto y donde el Ayuntamiento mantiene el suelo de tierra con el único fin de celebrar en él la Carrera de Cintas.
La simplicidad de esta actividad, practicada también por los gauchos argentinos, encierra un importante trasfondo etnológico, ya que los caballistas tienen que demostrar su pericia.
Se trata de intentar introducir y capturar mediante un palito de madera la anilla que pende del extremo de una cinta enrollada a un carrete del que se desprende al ser estirada mientras galopan a gran velocidad a lomos de sus monturas.
El juego se resuelve en favor del caballista que consigue obtener mayor número de anillas. Este año, los caballistas ganadores fueron Ramón Ardit, Pedro Fernández y José Antonio Alandí.
Respecto a los actos programados en honor a San Antón se prolongarán hasta el próximo día 24 de enero, si bien éstos alcanzarán su máximo esplendor el próximo viernes, día 16 con la celebración del ancestral Tedero.
El Tedero se materializa en una monumental hoguera alimentada por algún que otro leño y muebles viejos que los jóvenes recogen y arrojan a las llamas encendidas a los pies de la ermita de San Antón, del siglo XVI, en la que también se obsequia a los presentes con papas y vino.
Antiguamente la tradición del Tedero exigía bailar una jota alrededor de la hoguera mientras sonaban las notas emitidas por la dulzaina y el tabalet. Sin embargo, el progreso y la evolución social han relegado está costumbre local a un segundo plano para conceder más importancia a la verbena popular que anualmente se celebra en las inmediaciones de la ermita.
Cabe destacar que el Ayuntamiento de Segorbe ha posibilitado la recuperación de la costumbre de encender pequeñas hogueras en los distintos barrios de la población. Para ello, el gobierno local facilita la arena para cubrir el asfalto, así como la leña necesaria para alimentar las hogueras, alrededor de las cuales los vecinos se reúnen para cenar.
Vilafranca tala las barras de pino
Son muchos los municipios que organizan actos en honor a Sant Antoni, como Vilafranca, donde en la mañana de ayer centenares de personas acompañaron a los mayorales de la Publicata de Sant Antoni de Vilafranca con el objetivo de talar barras de pino. Estas servirán como estructura para la monumental barraca que se montará en la localidad el próximo viernes, y a la que se prenderá fuego el sábado día 17.
Más de 30 caballerías acompañaron a los voluntarios, que talaron las barras de pino en el monte común. Hombres y animales se enfrentaron a un paisaje completamente nevado y a una mañana gélida, con una temperatura mínima de cuatro grados bajo cero. Un agente medioambiental se encargó de marcar las barras que fueron taladas y arrastradas por los tiros de animales hasta el pueblo.
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