Diego Ventura, que ha arrasado como un auténtico vendaval en el mundo del rejoneo, prepara en su finca de La Puebla del Río una decena de caballos nuevos y afina a sus estrellas para 2009, una temporada que considera crucial.
El torero apenas ha descendido de un caballo, cuando ya está montado en otro en sesiones desde el amanecer hasta que cae la noche. "He probado 25 potros. Ahora estoy trabajando 9 ó 10 caballos nuevos, todavía sin nombres, para afrontar un año en el que estaré en todas las ferias y torearé unas 60 corridas", afirma a modo de saludo. El joven rejoneador explica: "Comenzaré el 24 de enero en un festival en Lucena, el 22 de febrero toreo otro en Murcia y el 1 de marzo el festival a beneficio de Adrián Gómez. También hay otro previsto en marzo en La Algaba. Y después las grandes ferias". Entre sus objetivos se encuentra "torear seis toros en Las Ventas. Quiero sumar dos corridas y otra en solitario. En Sevilla espero estar, como el año pasado, la tarde de la terna y la corrida de los seis rejoneadores".
Diego Ventura, que cuenta con una de las mejores cuadras de esta época, presenta a sus joyas: "A Chocolate, Girasol y Morené los sacaré se salida; en banderillas, Morante, Distinto, Cali, Manzanares, Nazarí y Cheque; y para matar, Califa, Visir y Minuto. Es la mejor cuadra que he tenido y atravieso el mejor momento". Si el año pasado, con Morante -que mordía a los toros- sorprendió al público, en la presente temporada esconde bajo el estribo otras sorpresas: "Sacaré un caballo con un balanceo muy espectácular y quiero torear con otro, sin cabezada". Con todo ello piensa afrontar "una temporada que es más fácil que las anteriores al elegir carteles, pero que será más complicada porque me exigirán más. En cuanto a la calificación de su rejoneo como espectacular, explica: "Yo ahora toreo mejor, más despacio y más de verdad. Lo que pasa es que si asumes el máximo riesgo te tachan de espectacular. Y eso en el rejoneo sería la suerte del violín como en el toreo de a pie es el salto de la rana".
Ventura, montado en una de sus nuevas cabalgaduras, ambiciona una temporada redonda, en consonancia con la de 2008, que considera "histórica", y en la "que corté siete orejas en Sevilla, otras siete en Madrid, siete en Zaragoza, en Barcelona conseguí cuatro y, lo más importante, la regularidad en todas las plazas importantes. Lo único malo fue la cornada del 22 de junio en Torrejón de Ardoz, que me tuvo parado casi un mes y era muy difícil en 20 días volver a conseguir el mismo nivel".
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