La disciplina de adiestramiento tiene una excelente representante en la persona de Bernadette Pujauls, quien es la más destacada caballista en la historia de nuestro país en esta especialidad.
Berna, como le gusta que le digan, nació en Barcelona, España; llegó a México en 1994 y desde 1997 es naturalizada mexicana.
Le ha sido muy difícil destacar porque no contaba con los apoyos necesarios para desarrollar su carrera como ella hubiera querido:
"Empecé a montar en Barcelona cuando tenía once años. Tengo una carrera de veintiocho años dedicada a los caballos; primero lo hice como hobby, combinándolo con mis estudios; a los quince me di cuenta de que este era el deporte que quería practicar y desde los diecinueve me dediqué completamente a montar. Este es un trabajo de muchos años y son muchas horas de estar arriba del caballo. En este entrenamiento se descansa un solo día a la semana.
"Desde mi llegada a México, en 1994, mi preparación ha sido aquí, pero la compagino con mis entrenamientos en Alemania porque mi entrenador es alemán. Todo el ciclo olímpico pasado estuve viajando cada verano para allá, me llevaba el caballo para entrenar, competir y preparar las competencias que me permitieran clasificar a Juegos Olímpicos. A mí se me complica mucho porque en México no hay clasificación para olimpiadas o campeonatos del mundo".
El camino para estar en la máxima justa deportiva fue muy complicado, pero Berna nunca desistió en su afán por estar en ella:
"En 2005 participé en dos competencias que, gracias a la buena intervención que tuve, me dieron el aval para acudir al campeonato del mundo de 2006; y a su vez este campeonato me dio la clasificación para los Juegos de Beijing, a los que solamente entran cincuenta jinetes de setecientos de todo el mundo, así que estuve compitiendo todo el ciclo en Europa para poder asistir a la olimpiada.
"Para lograr lo que me había propuesto tenía que vivir quince días aquí y quince en Alemania. Entrenaba, competía, regresaba. La verdad, fue muy difícil, el cierre este año fue muy complicado, muy cansado, pero cuando se tiene una meta como son los Juegos Olímpicos no se da uno cuenta de lo cansado o de lo difícil que ha sido hasta que termina.
"No siempre se puede estar en Juegos Olímpicos, no es fácil para México clasificar en esta disciplina y era una ilusión darlo todo por lograrlo, y con el apoyo que tengo de la CONADE después del resultado que obtuve en el campeonato del mundo no podía defraudar a nadie, sobre todo ahora que ya estoy en el programa de CIMA".
La experiencia que Berna vivió en Beijing estuvo marcada de contrastes muy complejos:
"A nivel personal fue muy complicado porque mi mamá murió el día que yo salía a Hong Kong para iniciar mi concentración. Para mí fue esa doble experiencia, no creo que lo haya vivido como cualquiera porque eso no era lo que esperaba; sostenía una lucha por sobrevivir y por cumplir. Creo que en ese rubro demostré que soy una persona muy profesional, fue un momento muy difícil, pero lo sobreviví. Además es una experiencia única competir en Juegos Olímpicos".
La amazona tuvo una participación histórica en los pasados Juegos Olimpicos, la equitación fue en Hong Kong.
"En la disciplina de adiestramiento fueron tres pruebas. En la de Gran Premio, prueba de equipos, yo iba como individual, pero participé como parte de la eliminatoria y quedé en doceavo lugar; de cincuenta que iniciaron solamente veinticinco pasaron a la segunda ronda, denominada el Gran Premio Especial. En esta prueba, que es la más fuerte para Vincent y para mí como binomio, obtuve el sexto lugar. En la individual del Free Style quedé en el onceavo lugar y, sumado con el sexto que obtuve un día antes, estuve en noveno general, lo que me permitió ocupar el mejor lugar logrado por una mexicana en esta especialidad".
Espera que en próximos eventos no sea la única competidora mexicana que participa:
"Es para mí grato representar a mi país en este tipo de competencias, pero ojalá no fuera la única, ya que toda la responsabilidad recae sobre mí. Es muy difícil pensar en lo que yo he logrado, pero igual debemos pensar en que si lo pude hacer, es factible que alguien más lo pueda hacer. Quizá no es fácil, pero necesitamos ponerle muchas ganas".
Después de su participación en Beijing, Berna tuvo otra competencia de suma importancia: el campeonato nacional, que se celebró en Querétaro:
"El campeonato nacional por primera ocasión lo hicimos con la disciplina de salto. En esta competencia participé con dos caballos, Vincent, que es con quien participé en Beijing y que entra en la categoría mayor, y con Wie Versace, que es el caballo que estoy preparando para juegos Centroamericanos y Panamericanos porque Vincent ha obtenido lugares tan altos en campeonatos del mundo y olimpiadas, que no puedo competir con él en estas competencias porque el caballo ya es de otro nivel. Con ambos caballos gané las competencias en las que participé. Querétaro fue un muy buen concurso para mí y para mis caballos. Además, en este campeonato nacional llevé doce binomios de mi escuela, y tres quedaron subcampeones; todos los demás fueron campeones".
Se prepara arduamente para estar en Centroamericanos y Panamericanos, pero sabe que el camino es largo y prefiere no echar las campanas a vuelo:
"Es mi idea estar en todas las competencias que se aproximan. En este momento estoy clasificada para todas las competencias porque he obtenido los lugares que se requieren para clasificarme a Centroamericanos y Panamericanos, pero no quisiera adelantarme a los hechos, ya que de aquí a que se realicen las competencias falta mucho tiempo y pueden pasar muchas cosas".
Bernadette Pujauls se encuentra contenta por sus logros, pero no satisfecha:
"He logrado los objetivos que había soñado, lo que para mí parecía inalcanzable ya lo alcancé, que era estar en los top ten en campeonatos del mundo y en Juegos Olímpicos. Estoy tranquila por lo que he hecho y ojalá que tenga la oportunidad de hacer lo que no me atrevo ni a soñar. Eso es lo que espero.
"Mi tirada es llegar a Londres, pero necesito ver cómo va a estar Vincent, porque en esa competencia él tendrá veinte años y no se tiene registro de que un caballo de esa edad tenga un rendimiento de excelencia; pero todo puede pasar y espero que me acompañe en esa aventura. Tenemos dos años a tope, pero debemos ver su desenvolvimiento".
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