La medida fue confirmada por la gerencia de la empresa a cargo del hipódromo para frenar los actos delictivos que involucran el uso de sustancia ilícitas, en perjuicio de los animales pura sangre y la seguridad de los jinetes que compiten en las pistas o en el turf.
El uso de drogas en animales de competencia contribuye a cambiar su comportamiento y rendimiento, en especial en los potros, con el objetivo de influir en los resultados de aprontes y handicaps.
Un toque de queda empezará a regir a partir de hoy en el Hipódromo Presidente Remón, localizado en las afueras de la capital panameña, debido a casos de caballos de carrera dopados con cocaína, lo que representa una amenaza al negocio del turf en Panamá.
"Queda terminantemente prohibido deambular después de las 10:30 de la noche por los establos, excepto sólo a los veterinarios en caso de emergencia", detalló un comunicado de la empresa hípica, que administra el hipódromo y unas 62 hectáreas de predios.
La Sociedad de Dueños de Caballos denunció que algunos ejemplares dieron positivo con cocaína y exigió más vigilancia en las Villas Hípicas, que cuentan con 82 establos y 100 pesebreras, para impedir el acceso de merodeadores y distribuidores de drogas a los equinos.
El estudio antidoping a los caballos fue realizado por el Laboratorio de Análisis de Drogas, manejado por la Junta de Control de Juegos, con apoyo técnico de la Universidad de Panamá.
Los directivos del hipódromo prohibieron, además, el ingreso de perros, gatos y gallinas a las instalaciones, y ofrecieron una recompensa a quien suministre información sobre los individuos que hurtaron los cables eléctricos y dejaron a oscuras los establos.
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